CEIPAZ se suma a los días de acción por la reducción del gasto militar.
El mundo gastó 1,92 billones de dólares en lo militar en 2019, un aumento del 3,6% respecto al año anterior y la cifra más alta desde el final de la Guerra Fría. Las cada vez mayores capacidades militares de nuestros gobiernos, en nombre de la seguridad nacional, han demostrado ser completamente inservibles para defender a la población frente a la pandemia de la COVID-19, y tampoco pueden mantenernos a salvo frente a otras emergencias globales como el cambio climático. Además, como pueden atestiguar las víctimas de las guerras de Afganistán, Irak, Siria, Yemen y otros muchos países, lejos de resolver los conflictos, el militarismo sólo los agrava.
Los niveles actuales de gasto militar no sólo no proporcionan verdadera seguridad, sino que, de hecho, obstaculizan cualquier solución justa y global a los problemas que reclaman con urgencia nuestra atención. De hecho, el poder militar con el que nuestros gobernantes están tan comprometidos contribuye a crear y mantener las mismas emergencias, tensiones e injusticias de las que se supone que éstos protegen a sus poblaciones.
Por lo tanto, exigimos que los gobiernos de todo el mundo reduzcan drásticamente sus gastos militares, especialmente aquellos que representan la mayor parte del gasto total mundial, y que reasignen los recursos liberados a sectores orientados a la seguridad humana y común, especialmente para hacer frente a la pandemia de coronavirus y al colapso ecosocial al que nos enfrentamos.
Es el momento de reajustar nuestras prioridades como sociedades y de adoptar un nuevo paradigma de defensa y seguridad que sitúe las necesidades humanas y medioambientales en el centro de las políticas y los presupuestos.
Tenemos que dejar de invertir en lo militar si lo que queremos es defender a las personas y al planeta.