El 11 de septiembre nos hemos reunido en la Universidad Autónoma de Madrid con representantes del Museo de la Paz Himeyuri y del Museo de Arte Sakima de Okinawa (Japón) con el fin del conocer su trabajo y compartir vínculos.
Nos visitaron una delegación de 25 personas provenientes de Japón, entre ellas Chokei Futemma, Director del Museo de la Paz Himeyuri y Kanae Uema, conservadora del Museo de Arte Sakima, y representantes de los centros de la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ) ubicados en Madrid: el Instituto DEMOSPAZ-UAM, que ha dado la bienvenida a la UAM, la Fundación Cultura de Paz, Fuhem Ecosocial y el Movimiento por la Paz y la Libertad (MPDL).
Tras la bienvenida y los saludos por parte de Manuela Mesa, Codirectora de DEMOSPAZ-UAM, y de Ana Barrero, Presidenta de AIPAZ, Chokei Futemma, ha iniciado su intervención contextualizando su lugar de origen, su historia y la creación del museo que dirige.
Ha recordado la brutalidad de la batalla de Okinawa durante la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 1 de cada 4 habitantes de la isla. Esta batalla duró 90 días y dejó un total de 200.000 víctimas. Hubo violaciones de derechos humanos, movilización de estudiantes para la guerra y para los trabajos de atención a las personas heridas en el hospital.
Sucesivamente, tras la derrota de Japón en 1945, Okinawa permaneció bajo el control estadounidense durante 27 años hasta 1972. Durante los 78 años tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el pueblo de Okinawa ha sufrido constantemente incidentes y accidentes ocasionados por las bases militares estadounidenses.Le Museo de la Paz Himeyuri abrió sus puertas el 23 de junio 1989, realizando un importante trabajo para la memoria de la isla. En los primeros años de su apertura, antiguas estudiantes movilizadas en el hospital militar durante la batalla dieron su testimonio en el museo compartiendo sus experiencias con los visitantes y explicándolas en las exposiciones. Su testimonio está actualmente grabado en vídeo y actualmente se proyecta en una sala. Hoy en día, las himeyuri tienen alrededor de 95 años y están retiradas, pero la dirección del museo y su personal siguen muy comprometidos con la memoria de sus vivencias y han adaptado los formatos, incluyendo fotografías, gráficos, ilustraciones y proyección de videos con testimonios de las supervivientes.
Tras esta primera intervención, por su parte, Kanae Uema, conservadora del Museo del Arte Sakima, ha presentado el trabajo que realizan en el museo en el cual trabaja.
Ha mostrado la relevancia del mural “La batalla de Okinawa”, una creación conjunta de los pintores Iri y Toshi Maruki, compuesta por 14 obras en total, de las cuales la más grande mide 4 metros de alto por 8,5 metros de ancho. Se trata de una obra de profundo significado simbólico, parecido al significado que tiene en España el Guernica de Picasso.
Ha recordado también otra obra de la pareja de artistas Maruki “Los paneles de Hiroshima”, realizada cuando se lanzó la bomba atómica sobre la ciudad, compuesta por 15 paneles, y que comenzó a viajar por Japón y luego en todo el mundo a partir de 1953. Ambas obras conservan en la pintura lo sucedido en la guerra y abogan por la memoria y el nunca más.
En el museo realizan un programa educativo dirigido a estudiantes, con el objetivo de transmitir la memoria de la guerra a través de las obras de arte. Kanae Uema asegura que su exposición tiene un impacto muy significativo en las personas jóvenes.
Kanae uema ha finalizado su intervención con un mensaje de esperanza, trazando vínculos entre “La Batalla de Okinawa” y el “Guernica”:
“Picasso comentó acerca de su gran obra La Guerra completada a sus 71 años: `cuando haya paz en el mundo, La Guerra que he pintado se convertirá en cosa el pasado […]`. En Okinawa tenemos una idea que tiene una gran afinidad con estas palabras de Picasso: la vida es un tesoro. Esto también se refleja plenamente en “La batalla de Okinawa” del Sr. y Sra. Maruki. Lo que representan el Guernica y “La batalla de Okinawa” aún sigue siendo una realidad en el mundo. Uniéndome a la gente de aquí en Guernica/Madrid, y a través de las obras de arte de un pequeño museo de una pequeña isla de Japón, me gustaría alcanzar un mundo en el que los murales de los tres artistas sean cosa del pasado.”
Tras estas intervenciones de los representantes de la delegación japones, Ana Barrero ha presentado el trabajo que realiza AIPAZ, recordando la historia de la asociación y presentando los centros que la integran. Ha destacado especialmente tres actividades: el premio Francisco A. Muñoz que otorga anualmente AIPAZ, el programa de investigación aplicada sobre la Agenda Local de Paz y Convivencia en las ciudades y territorios y el impulso de AIPAZ y de sus centros a la Alianza para el Desarme Nuclear.
Manuela Mesa ha presentado el Instituto DEMOSPAZ-UAM, destacando su interdisciplinariedad y agradeciendo por este encuentro que nos permite aprender la historia de Okinawa, trazar vínculos con el trabajo realizado por los museos de Okinawa para la paz y la memoria y con la línea de trabajo del laboratorio de arte y paz del instituto.
Manuel de la Rocha, director del MPDL, por su parte, ha agradecido este encuentro y destacado una actividad que tiene especiales vínculos con el trabajo realizado por los museos de visita: el museo itinerante financiado por la Cooperación Española que recoge testimonios, experiencias de los Montes de María (Colombia) y que ya estuvo viajando en Cartagena (Colombia), Barcelona y Madrid (España) y actualmente está en Bogotá (Colombia).
Susana Fernandez, investigadora de Fuhem Ecosocial, ha presentado un recorrido por los principales ámbitos de investigación y análisis de la entidad, incidiendo en la sostenibilidad, la justicia social y la calidad democrática.
Por último, Ana Barrero, directora de la Fundación Cultura de Paz, ha aportado la experiencia del trabajo en la Plataforma para la Comisión de la Verdad en España, que promueve la creación de una comisión de la verdad sobre los crímenes del franquismo en España.